Con la incorporación de la especialidad de Reumatología entre las prestaciones del Hospital San Martín de esta ciudad, hecho acaecido hace aproximadamente 2 años, un gran beneficio están recibiendo los pacientes de las provincias de Quillota y Petorca que presentan patologías autoinmunes y osteoarticulares, quienes anteriormente
debían recibir su tratamiento en dependencias del Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar.

Cabe destacar que esta subespecialidad de la Medicina Interna trata enfermedades como Artritis Reumatoide, Lupus y Vasculitis, entre otras, las que requieren de exámenes y tratamientos complejos, como es el caso de la plasmaféresis, técnica que permite limpiar de anticuerpos la sangre de pacientes con enfermedades autoinmunes, y el
uso de terapias biológicas de alto costo como el Rituximab.

Respecto a este último fármaco, es un medicamento utilizado para tratar Artritis Reumatoide, Vasculitis, y en casos de Lupus Eritematoso Sistémico Grave, permitiéndoles a los pacientes tratados con esta terapia en el Hospital San Martín controlar las enfermedades autoinmunes, que son aquellas en que nuestro propio sistema inmunológico nos ataca inflamando diversos órganos del cuerpo.

Al respecto, el reumatólogo de este centro asistencial, Dr. Cristian Vergara Melian, quien inició el desarrollo de esta subespecialidad en el recinto asistencial, destacó que: “hemos podido implementar distintas técnicas de Laboratorio, avanzando en terapias complejas como el uso de terapias biológicas, que son de alto costo y que antes era impensado que los pacientes pudiesen acceder a este tipo de tratamientos y, asimismo, hemos podido implementar la Ley Ricarte Soto para el uso de terapias biológicas en pacientes con artritis reumatoide. También hemos realizado tratamientos complejos para enfermos con graves patologías, como el uso de Plasmaféresis, o el uso de Rituximab en pacientes con graves enfermedades, y que nos ha permitido salvar vidas”.

De esta manera, con la alta inversión realizada por el Hospital San Martín para contar con estos costosos medicamentos y terapias biológicas, alcanzando varios millones de pesos en algunos de ellos, se ha privilegiado el controlar estas graves enfermedades, recuperando la calidad de vida de los pacientes, disminuyendo el dolor, mejorando su movilidad y autonomía y frenando la progresión de estas patologías.

Tal como destacaba el Dr.Vergara Melian, el desarrollo de la Reumatología en el Hospital San Martín también ha permitido la implementación de la Ley Ricarte Soto, incorporando a 14 pacientes al uso de terapias biológicas para artritis reumatoide, lo cual ha generado una mejoría notable en su condición, independiente de su condición socioeconómica. Para ello, como destacó el facultativo, ha sido fundamental el apoyo de la Dirección del establecimiento, la que ha posibilitado el desarrollo de la especialidad.

Al respecto, el Subdirector Médico de la institución, Dr. Darwin Letelier Escobar, señaló que la decisión del establecimiento ha sido tratar a los pacientes complejos en el mismo Hospital, teniendo como objetivo evitar las listas de espera. “Tuvimos la suerte que uno de los facultativos reconocidos en la zona que es el Dr. Vergara quiso trabajar con nosotros, y desde ese sentido lo fuimos apoyando desde el punto de vista financiero y de infraestructura. Estamos apostando a que lleguen más reumatólogos a esta zona”, señaló la autoridad hospitalaria.

EXAMENES COMPLEJOS

El desarrollo de la Reumatología ha implicado el uso de exámenes de Laboratorio específicos, lo cual ha llevado también a complejizar dicha Unidad de Apoyo, de manera de brindar una prestación mejor y más completa a los usuarios, con lo que la institución de salud eleva sus estándares en beneficio de sus usuarios y pacientes.

De esta manera, con mejoras ostensibles para los usuarios de la zona que requieren de la especialidad, es que esta rama de la Medicina Interna, que lleva 2 años implementándose en el Hospital San Martín de Quillota, es que el recinto asistencial apunta a complejizar sus atenciones y tratamientos de la mano de estos medicamentos y terapias biológicas, las que pueden incidir de manera directa en los pacientes y evitar su discapacidad o pasar a depender de terceras personas.