Solo la suspensión de una prueba fue la motivación de dos jóvenes para instalar bombas de ruido en la Facultad de Agronomía de la PUCV en La Palma, Quillota, en septiembre de 2014.

Así lo dictaminó el Tribunal de Garantía de Quillota que aceptó dar seis meses de trabajo social a ambos imputados a manera de condena.

La situación ocurrió el 11 de septiembre del 2014, cuando detonaron las llamadas «bombas de ruido» en tres puntos de los estacionamientos de la casa de estudios, sin provocar daños ni lesiones, pero sí preocupación en el marco de otros artefactos instalados en otras ciudades.

De acuerdo a lo informado por Radio Libra, el fiscal jefe de Viña del Mar, Pablo Avendaño, estableció que los jóvenes solo querían impedir la realización de un examen, por lo que deberán cumplor una pena alternativa por dos años.

Así, la justicia desvinculó este caso de la investigación que se realizaba por motivos similares a grupos anarquistas, por hechos parecidos ocurridos en Viña del Mar.